lunes, 24 de agosto de 2009

"Vivir, amar y aprender" - Leo Buscaglia


RELATO DE LA ESCUELA DE ANIMALES
“Nunca hacemos nada para cambiar las cosas”…. Un conejo, un pájaro, un pez, una ardilla, un pato, etc., se reunieron para fundar un colegio y se sentaron a redactar el programa de estudios.
El conejo quiso que en el programa se incluyera la carrera. El pájaro quiso que se incluyese la técnica de volar.
El pez, la natación. La ardilla insistió en que debía agregarse el modo de trepar a los árboles en forma perpendicular.
Los demás animales también quisieron incluir su especialidad en el programa, de modo que anotaron todo y cometieron el error de exigir que todos los animales cursasen la totalidad de las materias.
El conejo era excelente en carrera; nadie corría tan bien como él, pero le exigieron que aprendiera a volar, entonces lo subieron a un árbol y le ordenaron: “Vuela, conejo” y el pobrecito se largó, se quebró una pata y se fracturó el cráneo….
Lo mismo le sucedió al pájaro, era capaz de volar por todas partes, hasta que le pidieron que cavara hoyos en la tierra como un topo. Por supuesto que se quebró las alas y el pico y no pudo volar más, y sus maestros se contentaron con bajarle la calificación en vuelo, y así sucesivamente. ….

Sabemos que esto está mal, y sin embargo nadie hace nada al respecto. Como individuos no debemos contentarnos sólo con ser iguales a los demás.
La persona que ama no se conforma con ser única ni con luchar para mantener esa condición, pretende ser la mejor porque sabe que eso lo puede compartir.

R. Laing, en su obra “La política de la experiencia” dice: … pensamos mucho menos de lo que sabemos. Sabemos mucho menos de lo que amamos. Amamos mucho menos de lo que existe. Y hasta este punto exactamente, somos mucho menos de los que somos.



Texto extraído del capítulo 1

“El amor como modificador del comportamiento”

del libro “Vivir, Amar y Aprender de Leo Buscaglia”


Publicado por Fernanda Gilene

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