Existe una leyenda de los indios norteamericanos que cuenta acerca de un bravo guerrero que encontró un huevo de águila en el nido de una perdiz.
El Aguilucho salió del cascarón con la pollada de las perdices y creció junto con ellas.
Toda su vida, el águila cambiada; pensando que era una perdiz, hizo todo lo que hacían las perdices; escarbaba la tierra buscando semillas e insectos para comer, cacareaba y cloqueaba como ellas, y volaba a poca distancia del suelo, en tramos cortos.
Después de todo, así es como deben volar las perdices.
Pasaron los años y el águila cambiada; envejeció.
Un día vio un magnifico pájaro, a gran altura en un cielo plenamente despejado. Sostenido por las poderosas corrientes de viento, de aspecto majestuoso, se elevaba con imperceptibles movimientos de sus doradas y fuertes alas.
¡Qué hermoso pájaro!; dijo el águila cambiada a su vecina. ¿Qué es?
Y le respondieron: Es un águila, la reina de los pájaros y a continuación le dijo: Pero ni lo pienses. Nunca podrías ser como ella...
Y el águila cambiada; no volvió a pensar en ella. Y murió creyendo que era una perdiz"........
Es muy fácil vivir toda la vida pensando que somos como perdices cuando en realidad somos o podríamos ser águilas.
Pero si hacemos eso nos engañamos y engañamos a los demás. Sé lo que sos. Se todo lo que puedes ser.
No te quedes en el suelo cuando tienes el poder para elevarte.
Quedarte en el suelo significa: no leer, no estudiar, no indagar, no preguntar, no participar de la vida estudiantil, en cursos de perfeccionamiento, en actividades extra-clases.
Es no asistir a la biblioteca, no prepararte todos los días para ser mejor; criticar sin comprometerte en la solución de lo que se critica, conformarse con las mínimas notas, hablar mal, vivir sin aseo personal, es no tener principios.
ELEVARSE COMO LAS ÁGUILAS ES PRECISAMENTE TODO LO CONTRARIO
Publicado por Hevelink Franco
