jueves, 17 de septiembre de 2009

Pero yo tenía razón!


Cuantas veces hemos oído o empleado esta frase? Seguramente muchas.
Que tan importante es tener razón?

Como nos identificamos con nuestra mente! Como dejamos que esta nos controle!


Entramos en una discusión por cualquier causa y parece que en ello se nos fuera la vida, de hecho, lo tomamos tan en serio que así pareciera. Cosas tan triviales como el clima, un resultado deportivo o lo que dijo o dejo de decir algún político son motivo suficiente para entrar en discusión.
Cuanto gasto inútil de energía!


Pongámonos a pensar, con franqueza, cuantas de las discusiones que entablamos a diario son necesarias. Es cierto que exponer nuestros puntos de vista y escuchar los de los demás es importante, pero entrar en una discusión es la mayoría de las veces innecesario. Una discusión es un intento de imponer nuestros modos de ver a los demás, sin tener en cuenta los modos de ver ajenos. Nos escudamos en la justicia muchas veces, otras muchas en un falso sentido del deber, otras tantas nos ponemos en el papel de victimas para manipular a los demás.


Manipulación. Esa es la palabra clave. Es un intento de imponer nuestras opiniones sobre los demás a trabes de la manipulación.


Para algunos es sumamente importante tener razón porque de esa manera “controlan” los acontecimientos a su alrededor. Por supuesto que es un control irreal, una ilusión, pero esa ilusión es muy fuerte.


Lo UNICO que podemos controlar realmente es a nosotros mismos y muy pocas personas pueden hacer eso. La mayoría de nosotros vivimos de forma inconsciente, afanándonos en controlar todo y a todos menos a nosotros mismos.


Nuestros egos nos dominan, luchan entre ellos, pugnan por prevalecer, necesitan aplastar el ego de los demás porque piensan que así estarán a salvo. Entonces entramos en discusiones banales y pueriles, inútiles desde todo punto de vista práctico.


Hay gente que es experta en discutir e incluso se siente orgullosa de ganarla siempre o la mayoría de las veces. Si incluso cobran por eso! Se llaman abogados.( sin animo de herir susceptibilidades, aunque si alguna fue herida, que el damnificado observe porque le molesta…) Pero todos nosotros somos abogados en algún momento, de nosotros mismos, de alguien mas o incluso de alguna causa que ni siquiera es la nuestra a veces.


La idea de diferencia es la que nos lleva muchas veces a discutir. Vos sos diferente a mi, entonces yo tengo que demostrar que mis argumentos son mejores que los tuyos. Para ese fin, todos los medios son validos a veces. Y así es que tenemos violencia en todos lados, desde el hogar hasta a nivel global, gente tratando de imponer su voluntad a los demás.


Debajo de toda esa agresión hay miedo. Miedo generado por esa idea de que estamos solos en este mundo y si no atacamos a los demás los demás nos atacan a nosotros y nos devoran.


Es tan difícil entender que todos somos iguales? Por las venas de todos corre sangre del mismo color, todos tenemos la misma cantidad de huesos y músculos, algunos mas desarrollados que otros pero en igual cantidad todos. Todos respiramos el mismo aire y hay suficiente para todos.




Nuestras fisiologías son iguales, nuestras células trabajan de la misma manera en todos, nuestros procesos digestivos son iguales, todos necesitamos ingerir alimentos y desechar lo que no nos sirve. Todos sudamos cuando hace calor y temblamos cuando hace frío.


Todos nos reímos con un buen chiste y lloramos con una situación muy dolorosa. Todos tenemos sentimientos y todos somos conscientes de que estamos vivos y deberíamos ser más conscientes de que en algún momento todos dejaremos este plano físico una vez más.





Incluso y ya a un nivel mas profundo, estamos formados por los mismos elementos químicos, los átomos, que funcionan igual en todos nosotros. Es mas, funcionan igual en todo lo que existe en el universo.


Entonces, de donde sacamos que somos diferentes unos de otros y que debemos agredirnos y ganarnos todo a los golpes y que debemos salir victoriosos de cada discusión que, la mayor parte de las veces, nosotros mismos creamos?


Todo eso viene por miedo. Y el miedo viene por ignorancia, por desconocimiento de la verdad fundamental: TODOS SOMOS UNO CON TODO. Deberíamos ver que si hay diferencias aparentes eso es para que seamos conscientes de las similitudes que nos unen, y del dualismo de opuestos complementarios que existe en este universo, a nivel material, al nivel del nombre y de la forma.


Por ejemplo: existe la luz y también existe la oscuridad.
 Atardeceres Carmelitanos - Setiembre 2009
Fotos: Hevelink Franco

Uno es lo opuesto del otro. Pero también es complementario, ya que sin oscuridad no podría haber luz y viceversa, no se puede concebir una cosa sin la otra. Existe blanco y negro y uno es complementario del otro. Incluso el concepto de existencia y no existencia, estar o no estar, o como dijo Shakespeare por boca de Hamlet: ser o no ser.


Hay diferencias, si, pero éstas están ahí para que por contraste nos demos cuenta de lo muy iguales que somos todos.


Escrito y enviado por Enrique Rivero

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